MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!

miércoles, enero 31, 2007

Todas con el Meme

Señores, mientras escribo esto y copipasteo las respuestas de mis compañeras tengo más de 39 de fiebre. Me empecé a encontrar mal según se aproximaba la hora de acompañar a mi chico al Ave: ¿será que me he vuelto adicta? ¿Será, por el contrario, que me sienta mal? Llevo 2 días, tres con hoy miércoles, sin ir a trabajar... ¿Alguien sabe cómo se hace para que te den un par de días de baja? Tengo entendido que si no justifico lo de hoy me pueden despedir tan ricamente... Además, vivo como a 30 kilómetros del Centro de Salud que me corresponde, porque sigo empadronada en CasaPadres. Yuju. En fin, a lo que vamos.
Para que nos juntemos las 4 posteadoras de Quédate A Dormir en la misma habitación o recinto hace falta que se alíen los astros hasta que las estrellas de la Vía Láctea formen las letras "Q", "A" y "D" en el firmamento. Para que Noa postee tiene que haber un eclipse lunar y marte debe entrar en la tercera casa de saturno con pirueta carpada y doble tirabuzón. El sábado pasado nos juntamos para comer, pero no tuvimos tiempo para hablar de posteos, y como Lorz nos ha pasado un meme que debemos contestar las cuatro, voy a tomar el asunto por mi cuenta, a ver si conseguimos hacerlo antes de que nos sobrevenga la menopausia.
Presentamos las respuestas en plan acertijo-concurso, para que ustedes lectores-commentaristas puedan ejercitar su intelecto y demostrarnos cuán sabios son. Hay algunos difíciles, pero esfuércense que esto cuenta para el monumento. Vamos allá.
Er Meme (nótese el momento Al-Andalus):
"Coge el libro que tengas más a mano,
Ábrelo por la página 123
Busca la quinta frase (que no línea)
Y escribes las 3 frases que le sigan en tu blog".
Respuesta de Misia.- ver post de Misi, que es la más aplicada de las cuatro.
Respuesta de Noa.- Lugar: la estantería de su casa. Texto:
"Y una vez, aprovechando que mi ahijado llevaba tapada la boca por un esparadrapo con el que en vísperas de una actuación importante se esfuerza a no decir palabra para mejor atesorar y preservar su voz tan preciosa, se dedicó a arrojarle los huesos de pollo que previamente había limpiado con sus mugrientos y corrompidos dientes. Fue un espectáculo espantoso, si bien no puedo negar que, molestándome sobremanera este tipo de escenas y repugnándome cuanto proceda de Salto, en aquella ocasión disfruté bastnate. El León, con el entendimiento tupido y tardo por haber bebido, como de costumbre, más de la cuenta durante el almuerzo, dudaba entre abandonar el comedor y huir así de la repulsiva metralla o desprenderse, con harto dolor moral y físico, de su salvaguarda adhesiva para protestar y afearle a Salto su conducta incalificable."
SOLUCIÓN: El Siglo, de Javier Marías.
Respuesta de La Perri.- Lugar: su mesa del curro. Texto:
"El espectáculo de la destrucción, a la que habían escapado por minutos y de la que sin duda estaban siendo víctimas muchos de los que aún estaban allí, sobrecogió los ánimos. Al otro lado de la puerta, las caras comenzaban a estremecerse y, aunque algunos hacían esfuerzos sobrehumanos por no dejar traslucir el terror, lágrimas ahogadas recorrían los rostros. De repente todo cesó, Paulina se alejó del micrófono con el último acorde y bajó del escenario."
SOLUCIÓN: Un Largo Silencio, de Ángeles Caso.
Respuesta de Be.- Lugar: mi bolso (mientras escribo esto hay 3 libros igual de "a mano", como son muchos, doy pistas). Textos:
1. Pista: cuarto libro consecutivo que leo del mismo autor y los mismos personajes... y ya me espera el quinto en la mesita.
"La correspondencia de Julie es siempre ministerial. Lo mío es el gas, la telefónica y las tentativas de estafa de la comunidad de propietarios: una correspondencia cifrada".
SOLUCIÓN: El Señor Malaussène, de Daniel Pennac.
2. Pista: me la acaba de prestar Sark, es de un autor español del que ni había oído hablar.
"Con mi juventud y mi tipo y mi talento... ¡podía aspirar al acta de diputado o a la novia rica!... O viajar por el mundo, ir a París, a América, a la India... hacerme fakir, iniciarme en la ciencia arcana, como madame Blavatski... Con la base de los idiomas..."
SOLUCIÓN: La Novela de un Literato, de Rafael Cansinos Assens.
3. Pista: enviado por la editorial. En la portada sale la cara de un tío que si yo fuera Viggo Mortensen les pedía derechos de imagen. Parece un pestiño total y no se a quién encasquetárselo, pero lo encontraré.
"Su facilidad para traducir a los historiadores latinos no pasó desapercibida a don Piero, cuyo buen talante daba por bueno lo que Sancho hacía, sin magnificar las deficiencias que presentaba en la marcha de sus estudios y teniendo siempre la delicadeza de no presentarle a Luis como modelo, para no destruir o amenazar la armonía y buena amistad existente entre ambos muchachos, una relación estrecha y fraternal que le agradaba, pues raramente la había visto a lo largo de su ya dilatada existencia. Por eso, siempre fue complaciente con ellos y ellos le respondieron con afecto y responsabilidad, pues nunca le pusieron en evidencia ni abusaron de la confianza que les dispensaba. Por otra parte, a medida que pasaban los días, Luis y Sancho estrechaban su relación con la servidumbre del palacio".
SOLUCIÓN: El Castellano de Flandes, de Enrique Martínez Ruiz.
Bueno, igual me cuesta un poco encontrar a quien encasquetárselo... Hala, a por ellos, mucha suerte. A mí deséenme salud.

martes, enero 30, 2007

Malas

De pequeños, siempre había una mala. Estábamos rodeados de ellas: la señorita Rottemeier, Cruella, la Madrastra de Blancanieves, las niñas malas de Candy-Candy o la bruja Ramona de "Los Ricos también lloran" (al principio, luego se hace buena).
Esas son las malas colectivas. Luego cada cual tiene la suya propia: esa profesora desalmada que le humilló delante de toda la clase o esa niña repelente que se metía con su ropa. Mi mala más mala de mi infancia creo que fue Inmaculada, mi catequista.
Menudo trauma, mi catequesis. Mientras mi profe de religión nos hablaba de los exorcismos que hacía (lo prometo, era el único cura exorcista de Mallorca) y me fascinaba, Inmaculada me traumatizó. Era una señora cincuentona, de pelo ceniza, corto y cardado, de labios finos y apretados y rictus severo. Daba un poco de miedín. Sobre todo cuando abría la boca, porque no hablaba: amenazaba y arengaba.
Inmaculada tenía dos obsesiones: una de ellas era la comunión en el Palas Atenea. Según ella, la comunión no se podía celebrar en el Palas Atenea (un hotel mallorquín, para ella el colmo del lujo y el buen gusto) porque entonces eras un niño caprichoso y superficial que no hacía bien la comunión. Te señalaba con el dedo y te decía que dios no iba a estar contento contigo si ibas a ese hotel, llevabas un traje bonito y te regalaban muchas cosas. Ahí más de la mitad de la clase ya estaba refunfuñando porque, bueno, el Palas Atenea nos traía al pairo, pero el traje y los regalos no. Eso sí, yo estaba bien tranquila, porque como iba a hacer la comunión en Madrid, sabía que el dedo acusador del dios de Inmaculada no iba a llegar hasta aquí.
La segunda obsesión de Inmaculada y la que se convirtió en mi trauma verdadero, fue el infierno de los niños. Según ella, todos los niños no bautizados iban al infierno (ésta se saltó todo lo del limbo y directamente mandaba hacer asadito de bebé al fuego vivo infernal). Pues bien, eso no me entraba en la cabeza y me pasé los dos años de catequesis haciéndole variantes de la misma pregunta, a ver si había esperanza para esos niños que, jo, no tenían culpa de nada:
- Inmaculada, si un niño acaba de nacer y es mallorquín y su mamá es buena, y él no ha hecho nada, porque aún no ha tenido tiempo de llorar y se muere, entonces se salva ¿No? porque le iban a bautizar enseguida...
- No, no ha dado tiempo y se va al infierno, Dios lo quiere así.
...
- Inmaculada, si un niño nace en los Pirineos, en la montaña, como en Andorra no hay curas - sí, bueno, no me preguntéis la idea que tenía yo de los Pirineos y de Andorra de pequeña- no se va al infierno ¿a que no?
- NIÑA YA... Pues se va al infierno, si no se ha bautizado, AL INFIERNO, ¡CLARO!
...
-Inmaculada, si un niño vive en la selva de África y no han llegado los exploradores, si se muere ¿no se va al cielo?

- NOOOOO, ¡SE VA AL INFIERNO! Dios lo ha querido así.

...
Me recorrí toda la geografía mundial, así me enteré de que no se salvan ni los niños chinos, ni los de amazonas, ni los de Australia. Nada, todo el infierno lleno de niños. Como todo me parecía muy injusto, al principio me entró como un desasosiego mortal... luego empecé a pensar que esa señora era como la mala de los cuentos y que le gustaban los niños al ast. Y pasé de ella. Pero aún, cuando la recuerdo, se me erizan los pelillos de la nuca del repelús que me da.

lunes, enero 29, 2007

Be y los taxis (II): Hasta en el coctel de gambas.

Para contaros esta historia contamos con la ayuda de Zarajota, que fue testigo presencial y ha disfrutado mogollón de esta ocasión para hacer escarnio de Be, o sea, mio. Yo sólo quiero avisar de que nadie se coló en aquella fiesta.
Soy el vecino de Be.

Como todo vecino, tenemos una relación bastante cordial y amistosa, ya saben "¿me dejas un poco de sal?", "¿Me dejas el nuevo de Veronica Mars?", "¿Me dejas tu sofá que me he dejado las llaves dentro de casa?". Lo típico, vamos. Y este pequeño roce hace que le cojas cariño y te preocupes por ella, así que cuando me comentó que tenía que ir a no sé qué cena de Taxistas de Un Punto Concreto de Castilla en Madrid no pude evitar decirle "¡No vas a ir sola! ¡Te acompaño por si acaso! ¡No voy a dejar que una chica como tú este sola rodeada de un montón de gente-de-la-carretera!". (Paralelamente mi cabeza decía "Hmmm... Cochinillo de Ese Punto de Castilla... Chuletón... Banquete... hmmm").

Parece ser que no fui el único en pensarlo, porque que acabamos acudiendo Be, el Hombre Malo y yo. Los tres periodistas más dicharacheros de la cosa esa donde trabaja Be, sólo que sin trabajar, sin dicharachear y sin ser periodistas (al menos dos del grupo).

Cogimos un taxi, para empezar a entonarnos y porque el sitio donde íbamos estaba lejos. Y cuando digo lejos, es lejos. ¿Sabes cuando te alejas de la ciudad y desaparecen las farolas en la carretera? Pues así de lejos.

Un gran restaurante, con grandes salones. Típico sitio de banquetes de bodas. Y dentro todos los del Gremio. Sopotrocientos Taxistas de Un Punto Concreto de Castilla en Madrid.

Así que como profesionales en esto de colarnos en fiestas ajenas y en bodas decidimos colocarnos en algún sitio discreto. Cosa muy difícil ya que la media de edad eran 60 años. ¿Nos habíamos confundido y nos habíamos metido en una fiesta geriátrica? ¿No se atrofia la vista a según que edades como para conducir?Cuando nos sentamos en la mesa empezamos a dar explicaciones de que éramos de un medio de información y que queríamos ver a los viej... Taxistas de Un Punto Concreto de Castilla en su cena Navideña y tal, y nos hicieron un sitio en la mesa, justo donde estaba el cristal de la ventana roto y pasaba el frío. "Pero en verano eso es muy agradecido" nos dijo el camarero cuando se lo comentamos...

Inmediatamente todos pillamos los roles laborales que nos habían asignado según nuestra pinta por cómo nos trataban: El Hombre Malo era “el Jefe”, yo era “el Becario” y Be “la Chica Mona”.

Y entonces entró por la puerta ELLA. La banda empezó a tocar, las cámaras de fotos a lanzar sus flashes, la gente de pie aplaudiendo, mientras la Señora Presidenta marchaba con paso firme y decidido a la Mesa Presidencial. Y la mesa donde estábamos nos decía "¡Id a entrevistarla!" y nosotros "Nooo, es que esta noche es de ustedes, no de ella y..." mientras la Señora Taxista Consorte Vestida de Gris, que tenía pinta de tener la casa empapelada con fotos de La Señora Presidenta nos miraba mal.

Comimos. Y la Señora Taxista Consorte Vestida de Gris nos miraba mal porque no hacíamos fotos a la Señora Presidenta comiendo.

Bebimos. Y la Señora Taxista Consorte Vestida de Gris nos miraba mal porque no hacíamos fotos a la Señora Presidenta bebiendo.

Al final Be, profesional ella, cuando llegó la hora de los discursos y ya que la mirada de la Señora Taxista Consorte Vestida de Gris nos empezaba a molestar se levantó con su micrófono y se acercó a la Señora Presidenta en la Mesa Presidencial. Colocó el micrófono, colocó el trípode, colocó el minidisc, colocó el cable y...

Volvió muy colorada, con los ojos como platos. Se sentó en nuestra mesa y se hizo pequeñita. La Señora Taxista Consorte Vestida de Gris nos miraba más mal aún. Mientras un Señor de Traje Negro venia a nuestra mesa y se quedaba a nuestro lado un rato...

"¡¡Le he volcado la copa a la Señora Presidenta!!", pequeñita ella. “¡¡Justo en los brindis!! ¿Y ahora con qué va a brindar, eh?”.

Nos mezclamos entre la gente, así les sería más difícil a los miembros de Seguridad de La Señora Presidenta tomarnos las huellas y hacernos desaparecer como personas, y sacamos la herramienta que teme cualquier político: El micrófono. Y empezamos a hacer preguntas inocentes a la gente del tipo "Oh, así que en esta mesa que son amigos de la Junta han ganado todos los premios de la rifa... ¿Y no les parece sospechoso?" o "¿Así que usted está jubilado y sigue viniendo a estas cenas?" que traducido es "¿No es usted un poco gorrón?".

Y de fondo la Señora Presidenta se mojaba el cuello con el contenido de la copa derramada por Be, diciendo “Esto nos va a dar mucha suerte”...

Y entonces pasó lo inevitable. Un hombre de 70 años cogió por banda a Be y le dijo: "Tienes ojos de pilla... Qué bonita eres. ¿Eres periodista? ¡Vamos a bailar un pasodoble!". Fue ese momento el que marcó el momento de huir de allí. Demasiadas emociones. Demasiados peligros. Be le dijo “Uy, es que lo hago fatal, mejor el año que viene, no se preocupe que me voy a pasar 12 meses practicando”. Recogimos todo y salimos a la calle para buscar un taxi. Centralitas de TeleTaxi ocupadísimas y entonces, a montones de kilómetros de Madrid, en un sitio tan pequeño que ni recuerdo el nombre, a las tres de la mañana nos dimos cuenta... ¿Como va a venir ningún taxi a buscarnos si todos los Taxistas de Un Punto Concreto de Castilla están AQUI, bailando y borrachos? ¿¿Cómo volveremos a casa??

Al menos la comida estuvo bien, si no fuera por que soy alérgico a las gambas...

viernes, enero 26, 2007

Nuestros pequeños amigos eléctricos

Hablemos de esos pequeños chismes cuya misión en la vida es facilitarnos la nuestra: los electrodomésticos. Hablemos de los mios.
Con 9 años me regalaron mi primer secador. Era rosa, monísimo, venía en un maletín y llevaba peine, cepillo y toalla a juego: a mis hermanas pequeñas les encantaba. Ha estado en uso hasta hace muy muy poco... aunque murió antes de que me mudara a mi casa nueva. Mi madre me ha regalado otro esta Navidad, es como el de abajo, trae adaptadores para los viajes y viene dentro de un neceser rosa.

hairdryer-remington

Mi primer electrodoméstico que de verdad fue mío y de nadie más que mío fue una Satinelle. Vivan las epileidis, hace años que pienso que estos chismes son uno de los grandes inventos de la humanidad, además del mejor amigo de la mujer moderna (soltera, casada, viuda o monja).

satinelle

El primer electrodoméstico que compré y pagué fue una kettle de Tefal. Después de un año de vivir en Inglaterra hacer un té con agua calentada al microondas me parecía asqueroso, y esperar a que hirviera la cazuela me impacientaba hasta el infinito. Cuando me independicé, mi padre –que dos meses antes no sabía ni lo que era una kettle– impidió que me la llevara alegando que cómo iba a hacerse los tés sin ella. Inútil luchar. Me compré otra.

tefal-delfina

Tras robarle la aspiradora a mi vecino Zarajota –y secuestrarla en mi casa durante un mes entero–, decidí comprarme una para mí. Ya os la he presentado alguna vez: es morada, tiene muchos accesorios, se llama R2 y no se le escapa viva una pelusa.

aspiradora-taurus

Hace casi 7 meses me fui de CasaPadres. Fue genial, a todas mis tías se les despertó la vena maternal y quisieron aportar cosas a mi nuevo hogar. Las últimas adquisiciones son el exprimidor (zumito de naranja cada mañana!!) y la batidora de jarra (pures y cremas en invierno, gazpacho y daiquiris en verano!!). Acaban de llegar y ya no puedo recordar mi vida sin ellos.

exprimidor

+

Los electrodomésticos también se heredan: la tostadora llegó a mi vida vía Misia. MisiaMamá le compró una nueva, y la pequeña tostadora vieja necesitaba un hogar. La acogí y ahora vivimos felices en mi pisito malasañero.

Eres una mujer moderna e independiente, crees que ya lo has visto todo, que has probado casi todo, que tienes todo lo que puedes necesitar, y una Navidad los Reyes Magos te traen esto:

Eso es que ese año, además de moderna e independiente, has sido muuuuy buena.

jueves, enero 25, 2007

Vayamos por partes...

El post de hoy va dividido en dos partes:
1) REPARTO DEL MONUMENTO DE DICIEMBRE
Algunos comentaristas (bueno, algunos no, sólo Voro) nos habéis preguntado por el monumento de diciembre. ¡Incluso algunos nos han amenazado con una revuelta! (bueno, algunos tampoco, sólo Voro). Y no, no es que lo hayamos olvidado, es que lo hemos ido aparcando días y días... pero ahí va.
En diciembre el servicio social de "Quédate a dormir" buscaba determinado poema sobre una ballena. La recompensa prometida al amable comentarista que nos ayudara fue el monumento de diciembre. Algunos ofrecisteis opciones, pero... mi amiga no encontró lo que buscaba:
"Soy la encargada de dar el veredicto. Siento decirles que ninguno de los que se han publicado corresponden a "mi" poema [...] "
Por tanto, el monumento de diciembre queda desierto. Pero ¡anímense y participen, que quedan pocos días para entregar el monumento de enero!
Eso sí, Voro se lleva una mención de honor del "Quédate a dormir" a la constancia, cosa que tiene su premio o su castigo, según se mire (más abajo lo entenderás, Voro).
2) MEME DE LORZAGIRL
Lorzagirl nos ha pasado un meme:
"Coge el libro que tengas más a mano,
Ábrelo por la página 123
Busca la quinta frase (que no línea)
Y escribes las 3 frases que le sigan en tu blog".
Como es imposible que las cuatro respondamos a la par (casi imposible reunirnos e imposible del todo conseguir que Noa demuestre su existencia posteando algo) iremos por partes y aquí va la mía, aunque ha sido un tanto complicado, porque he echado mano de los libros que tengo en la mesilla, que son algunos de mis regalos de reyes y me ha pasado esto:
1) Benedetti. Sus novelas, como siempre, breves. No hay página 123. Vaya.
2) Las mil y una noches: éste, evidentemente, tendrá página 123... noches no le faltan. A ver, página 123... mierda. Un bonito dibujo de Simbad entre huesos humanos.
3) Iconografía de los santos: ¡Otro que tal! Tampoco hay quinta frase: sólo una reproducción del entierro de San Esteban. Más muertos.
4) ¡Este sí!:
"De modo que Roger C.* -el hombre hábil, el médico bondadoso y amigo- trató de profundizar en su paciente, sondeando sus principios, atisbando en sus recuerdos y auscultándolo entero, con gesto cauteloso, como quien busca un tesoro en una caverna oscura. Pocos secretos pueden permanecer escondidos ante un investigador que tenga oportunidad y permiso para acometer tal empresa, y pericia para llevarla adelante. El hombre que está agobiado por un secreto debería evitar toda intimidad con su médico."
Em... ¿profundizar en su paciente? ¿sondeando? ¿entero? ¿CAVERNA OSCURA? jo, ¡no tenía ni idea de que este libro iba de eso! vale, mente limpia, mente limpia. Está visto que la descontextualización de Jotacé también puede hacer mucho daño a los clásicos.
Y a la manera del Capitán... ¿alguien sabe de qué libro se trata?
Bueno, y como esto de los memes hay que pasarlo... pues va al Anómalo y a Voro (ya sé que no tienes blog, ¡pero te toca responder en los comments!)
* ¡Hombre, no iba a ponerlo tan fácil!"

miércoles, enero 24, 2007

Luto por un reportero

(Misi, postea sin dudar si tienes algo preparado. Esto es sólo un pronto repentino que mañana me dará infinita vergüenza).
Ha muerto Kapuscinski, reportero, escritor y gurú de todos los que alguna vez han pensado seriamente en ser periodistas. El Master del Universo está de luto, o al menos la promoción XVII. Aquel año, la foto de la izquierda ilustró la página web en la que se presentaban los autores del proyecto de periodismo digital del grupo C -al que pertenecíamos La Perri y yo-, junto a Superman, la furgo de Scooby-Doo, la chapa de un grupo de rock, Arcadi Espada, Candy Candy, la silueta de Gardel, una piruleta de corazón, la cabeza de un león y una vaca de Milka.

Leído de madrugada en EL PAIS.ES: "El escritor y periodista polaco Ryszard Kapuscinski ha fallecido en Varsovia a los 75 años. Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2003, era uno de los grandes maestros del periodismo moderno y el autor polaco más traducido y publicado en el extranjero. El escritor, que sufría de una grave enfermedad, fue sometido a una complicada operación el pasado sábado". Periodista Digital empieza así: "Ha muerto el maestro".

No me voy a hacer la guay, que no me pega nada, pero este señor era un icono para la Be periodista. Supongo que la Be filóloga escribirá un post parecido cuando se muera Noam Chomsky.

martes, enero 23, 2007

La angustia de la nada

El domingo me quedé a dormir en casa-padres. A las 10 de la mañana del lunes abrí los ojos, miré por la ventana y vi...

nada.

Retiré el visillo y vi...

nada.

Odio esta mierrrrrrrrrrda de tiempo, va a acabar conmigo y con mi salud mental. Que sea verano YA!!!

(Las fotos están hechas con mi kkmóvil, sean clementes. Aprovecho para hacer un llamamiento desde aquí a lectores millonarios y mecenas varios: si alguno quiere regalarme sin contrapartidas un teléfono que no se suicide a cada rato ni parezca que me me lo he encontrado en la caja de los cornflakes, que escriba a quedateadormir@gmail.com).

lunes, enero 22, 2007

Ni mijita de perfección

¿Cómo es el hombre perfecto? ¿Rubio, lánguido, angelical? ¿Moreno, elegante, varonil? ¿Atlético, musculoso, fuerrrrrte? ¿Maduro, canoso, interesante?
¿Guapo? ¿Atractivo? ¿Divertido? ¿Ingenioso? ¿Serio? ¿Trascendental? ¿Brillante? ¿Modesto? ¿Extrovertido? ¿Encantadoramente tímido? ¿Romántico? ¿Canalla? ¿Aventurero? ¿Fiestero? ¿Hogareño? ¿Tradicional? ¿Familiar? ¿Edipo? ¿Independiente? ¿Lover? ¿Fucker? ¿Sexi? ¿Superdotado? ¿Buen cocinero? ¿Rico? ¿Luchador? ¿Despistado? ¿Detallista? ¿Caballeroso? ¿Machista? ¿Machote? ¿Sensible?
Los hay para todos los gustos. Por mi parte, hace más de 15 años desde la primera vez que un chico me dio un beso, y en este tiempo han pasado por mi vida un número indeterminado (vamos, que no pienso determinarlo) de seres masculinos. La conclusión es la siguiente: el hombre perfecto no existe. Si eso es lo que buscas, lo más que puedes hacer es ver pelis de Hillary Duff o jugar a esto. Buah.
Así en general, yo busco (aunque lo que es buscar, busco poco) un chico mono (para mi extraño y perverso gusto), inteligente, interesante, que me haga reir, que le guste comer, y frinkar... y que me mole con sus defectos, no pese a ellos.
Porque que yo tengo mis manías irracionales. Y una de ellas es que odio mogollón el momento Al Andalus. Qué le voy a hacer, he vivido casi dos años de mi vida en Málaga pero no puedo con el "miralá cara-cara ques la prii-imeee-raaa", la feria, las sevillanas, el rebujito, el "arsa, quillo, arriquitaun". Algunos de los momentos más difíciles de mi vida han tenído lugar en "tablaos", parada obligatoria en las noches de farra con mi amiga MeriM, que es de Sevilla y tan buena clienta que recibe trato VIP en todos los "tablaos" flamencos Madrid.
Cada uno tiene sus propias perversiones, pero ésta no es la mía: no soporto a los Amigos de Gines, a los Siempre Así, a la Niña Pastori, a Camarón. (NOTA: quedan excluídas de la lista de odios Rocío Jurado, la Pantoja, y por supuesto la copla clásica de toda la vida).
Nunca me ha atraído especielmente el acento andaluz en un chico. En concreto, un acento del rollo Alejandro Sanz o Antonio Banderas quedaba archivado bajo la etiqueta "antisexi". Qué vamos a hacer, son cosas que van en gustos y no se pueden evitar. (No es nada personal, también odio otras cosas así, de forma irracional, como la música reggae o la remolacha).
Igual es un poni porque nunca tuve traje de flamenca de pequeña, yo qué sé.
¿Y por qué les cuento yo esto? Porque tras una larga temporada de "no buscar" y vivir feliz con mi imparidad, mis odios irracionales y mis cosas, voy y me encuentro un chico que dice cosas como “vete al peo” y “ni mijita”. (También me hace cintas de moebius con celo, lleva calcetines de rayas, me regala comics franceses -algunos monísimos y otros cochinos-, juega al baloncesto -y su equipo siempre pierde por 30 puntos-, me ha enseñado hex y vive a 640 km de Madrid según google maps -en este momento, pero va variando de una semana a otra-).
Y ahora tengo a Antoñita intentando infiltrarse en asuntos internos de la Junta de Andalucía. El encargo es más o menos éste:
¡Intercede por la salud todos los profesores de mates
de la provincia de Cádiz!
¡Y que nada más curarse los de Cádiz
se pongan malos los de Córdoba capital!
Nada grave, ¡sólo bajas de 4 o 5 meses!
Encuesta PostPost: ¿Cuánto le va a durar el chico a Be si sigue escribiendo posts cómo éste? ¡Hagan sus apuestas!

viernes, enero 19, 2007

En busca de la maruja suprema

En el último post de Be, se habló de limpieza y de mi comentario acerca de las juntas de los azulejos. No es que sea yo tan petarda de ir diciendo a mis amigas si su piso está sucio o limpio (el de Be estaba limpio, que conste). Yo solamente trataba de exponer mi teoría acerca de la limpieza y del proceso de convertirse en una auténtica maruja.
Me fui a vivir sola al cumplir los diecinueve años y al principio lo de la casa se me hizo un mundo: no tenía ni idea de cocinar, la única tarea que había hecho en casa de mis padres era mi cama y los productos de limpieza me eran tan desconocidos como la física cuántica. De hecho, lo único que sabía es que:
a) no podía limpiar el parquet con jabón porque se estropea.
b) Si mezclas amoniaco y lejía te puedes intoxicar (le pasó a la asistenta de mis padres cuando yo era ñaja).
Y con esos amplísimos conocimientos, me planté, sola en casa, a vivir. Ahí comenzó el proceso: la maruja que hay dentro de todos nosotros comenzó a crecer y desarrollarse siguiendo una clara evolución:
- 1ª etapa) El caldo de cultivo: No tienes ni idea y limpias como dios te da a entender. El sentido marujo no está desarrollado y limpias porque sabes que tienes que limpiar, no porque veas la guarrería.
- 2ª etapa) La progresión: Empiezas a abrir los ojos a la porquería y empiezas a verla: "oh, el lavabo tiene gotitas", "tendría que planchar esta camiseta", "la encimera de la cocina está limpia, pero voy a repasarla antes de cocinar".
-3ª etapa) El gran salto cuantitativo: te planteas hacer la gran limpieza un par de veces al año y te pegas la gran panzada a limpiar azulejos, interiores de armarios, lavar colchas y cojines. Comienzas a apreciar dónde está la guarrería, la detectas, pero aún consigues ignorarla.
-4ª etapa) El gran salto cualitativo: no sólo ves la microguarrería, sino que te llama imperiosamente para que la elimines. Limpiar ya no es sólo una actividad, es una necesidad: las juntas negras de los azulejos, la pérdida del blanco radiante de los visillos a favor de un blanco roto, el rincón sucio justo detrás de ese recoveco detrás del armario, cada una de las láminas de la persiana: te hipnotizan y te obligan a hacerles caso y limpiarlos.
Al final del proceso, te encuentras frotando las juntas de los azulejos con un cepillo de dientes (viejo, tranquilos) y amoniaco (en mi época lo del cilitbang no había salido aún), leyendo los consejos de la Mía o la Clara acerca de cómo blanquear esos visillos ennegrecidos y preguntándole a tu madre cómo hacer esas albóndigas tan buenas que hace ella...
Eso sí, yo ya me he desengañado hace tiempo: las madres son las gurús en estos asuntos y nunca podré llegar a su nivel. Yo soy una maruja aficionada que nada tiene que hacer al lado de la sabiduria materna (de hecho ella cree que mi piso es un desastre... y en los últimos tiempos no le falta razón). Yo alcancé mi etapa álgida de maruja limpiando juntas de azulejos, pero sé que aún se pueden alcanzar cotas más altas (yo aún no plancho las bragas, sinceramente). Por ahora me he detenido en mi escalada hacia la maruja suprema, pero ¿quién sabe adonde me pueden conducir unos años más y unos puñados de roña?

jueves, enero 18, 2007

Poseída por el espíritu de Mónica Geller-Bing

No sé si recuerdan mi post sobre la ola de pena, ese tsunami emocional que me cae encima cada mes de septiembre. Si no lo recuerdan y no quieren leerlo pueden creerme sin más, que para entender lo que sigue sólo es necesaria una pequeña dosis de empatía.

Este otoño ha traído un montón de cambios y cosas: casa nueva, primera ola de pena de mi independencia, primer otoño sin comprarme mil pares de zapatos (porque el sueldo va primero para pagar el alquiler y luego para los caprichos de mis pies), cambio de jefe y prácticamente de rumbo, y primera posesión paranormal.

Todo empezó una cálida tarde de septiembre. Había invitado a unos amigos a casa, y como normalmente habían visto el piso “de aquella manera” me puse a limpiar. Tenía un plumero estupendo, el aspirador que me había prestado Zarajota, lejía, la fregona villeda, el tenn con bioalcohol y olor a pino, el cristasol… Me puse a ello, pasando la aspiradora por dentro de los sofás –sospecho que por primera vez en su historia– y me encantó el resultado.

Llegaron mis amigos, nos instalamos por los sofás impolutos… y volqué un bol de palomitas con mantequilla en el suelo del salón.

Esto debería haberme enseñado la futilidad de limpiar a fondo cuando una es vocacionalmente torpe. Pero no fue así, claro. Porque allí estaba Misia.

Yo aprovechaba para hacer autoescarnio de mi tarde de limpieza cuando ella me preguntó:

-¿Ya has empezado a lavar los visillos compulsivamente? No te preocupes, el problema no se descontrola hasta que te das cuenta de que estás limpiando las rayas del suelo con un cepillo de dientes.

-¿Las rayas del suelo? ¿Qué rayas del suelo?, dije yo. Y entonces las vi. Ahí estaban. Mi suelo es blanco, las rayas entre las baldosas NEGRAS. Y, ¿saben qué, amigos? Una vez que ves las rayas, NUNCA DEJAS DE VERLAS.

Ese día me poseyó el espíritu de Mónica Geller-Bing. A partir de ese momento, toda mi inquietud fueron los visillos y esas p**as rayas. Lavé los visillos. Parece fácil, pero donde hay visillos, amigos, hay miles ganchitos que los mantienen unidos a la barra o parte corrediza equivalente. NO es fácil.

Después de los visillos pasé a las rayas. Eso sí, lo del cepillo de dientes me parecía un poco excesivo hasta para Mónica, así que consulté con otra de mis gurús y cobloggers, LaPerri, que me dijo las dos palabras claves del asunto: Cilit Bang. Sí, el potingue del anuncio que dicen que puede con todo, y que metes una moneda y te la deja como recién salida de la fábrica de moneda y timbre, o del taller de los chechenos… LaPerri me dijo que con un bote de eso limpió ella toda la porquería atrincherada durante años detrás de una nevera. Y yo en LaPerri confío ciegamente.

No he probado lo de la moneda, pero gracias a google he leído escalofriantes testimonios como el que sigue:

“Lo primero que hice fue probar lo de la moneda: se quedo aun más negra. Ya me hizo sospechar, pero en fin, lo que tiene que limpiar es mi casa, no una moneda”

En fin, no intenten lo de la moneda en sus casas. En cuanto a mí y mis rayas, una tarde me decidí. El procedimiento era el siguiente: cubrir las rayas del suelo con esprai rosa, dejar actuar, frotar un poco con un estropajo, retirar el mejunje negro con la fregona. A la hora y media sólo llevaba medio salón.

Y en esto llegó R., ese compañero de piso al que debería ponerle un altar como el de Antoñita porque, según Sark y Efe, tiene el cielo ganado tras seis meses de convivencia. Llegó R., digo, con su novia, otra amiga y el perro de ésta (Murfi, el cocker más mono del mundo).

Imagen: Be con camiseta de tirantes y microshorts (que no es precisamente la prenda que mejor me sienta), con el culo en pompa, guantes de goma, y el cilit bang en una mano y el estropajo en la otra. Y su-do-ro-sa.

Ellos se piraron al rato, y a mí se me acabó el cilit bang al terminar el salón (señores commentaristas que conocen mi casa, háganme el favor de calcular el área de mi salón para hacer una estadística de metros cuadrados por botella). Eso me salvó.

Paré ahí y a las p**as rayas del pasillo me limité a insultarlas mientras las fregaba con saña y lejía. Queridos lectores y commentaristas, el líquido mágico también es un líquido maligno: a pesar de los guantes de goma, durante una semana mis manos parecían estar en carne viva. No quiero ni imaginarme, si llego a limpiar las rayas de toda la casa.

Hay cosas serias en la vida, cosas que traumatizan, por eso no he podido contarlo antes. Ahora expongo mi trauma a lectores y commentaristas, porque tengo miedo. Desde entonces me he comprado mi propio aspirador (que ya os presenté posts atrás, al final lo he llamado R2) y mis ojos se dirigen cada vez con más frecuencia al maldito punto en que el cilit bang se terminó y las rayas blancas se vuelven negras.

Hoy he entrado en los chinos de mi barrio y he comprado un bote del mejunje del infierno. Que alguien me pare. En serio.

miércoles, enero 17, 2007

Una hachita para Misia

En uno de los pocos encuentros del "Quédate a dormir" al completo, las cuatro bromeábamos con hacer un intercambio de papeles: yo blandiría el hachita de Perri y ella enarbolaría el cetro de la cursilidad por un post. Bien, ha llegado mi momento y es que las nuevas tecnologías me han brindado el último momento de mala leche con ganas de matar incluidas...
En los últimos cuatro días, tres de mis viajes de autobús se han convertido en viajes infernales por culpa de esos malditos trastos: esos móviles con música incluida que comercializan marcas irresponsables... ¡malditos, cómo se os ocurre proveer a los adolescentes de mi barrio de esas armas de molestia masiva! ahora van con un altavoz portátil en el móvil que suena, mucho y mal, en todo momento. Adiós, lectura en el bus; adiós, oir mis propios pensamientos.
En los últimos cuatro días me ha tocado escuchar una sesión de rap, otra de bisbi y... ¡una de reaggaton de ese! Porque no, evidentemente, ellos no van a poner a Tchaikovsky (¿Tchaikovsky? um, sssí, joer, macho, eso es una marca ashí como de vozzka ¿no?). Yo intentaba mirar a aquellos adolescentes con cara de desprecio e ignorarles, pero la pose perdía su efectividad porque cuando se acababa una canción y comprobaba que seguían con el recital la mirada se tornaba en odio... y eso alimenta a esos seres sedientos de atención.
Así que mi único consuelo era imaginar tormentos al estilo Perri:
- Al del rap, hagamos desaparecer la música: te amenazo con el hachita que me ha prestado la perri y te hago tragar el móvil entero. Seguirá sonando dentro de tu estómago, que hará de sordina, así bajamos la contaminación acústica. Ah, y con las vibraciones de tu rap tu vejiga se volverá loca y se te escapará el pis delante de la chica que te mola. Y por cierto, te crees muy malo por hacerme escuchar violadores del verso, pero no. No se es malo-guay con esos granos, esa visera cutre hacia atrás y esa pinta de pringao.
- A la de bisbi a todo trapo, un menú estilo perri: hoy en el comedor del cole te darán hamburguesas de boñiga de vaca india y de pelos de ñus del serengueti, sazonado con una salsa de baba de caracol y pus de cabra enferma, con patatas fermentadas hace tres meses con hongos llenos de pelos y verdes fritas en vómito de ballena indigestada con pez podrido.
- Y al del reaggaton: um... me bloqueé demasiado por la ira y sólo podía salir en mi mente la palabra "muerrrrrrte".
Hala, ya me encuentro mucho más aliviada. Perri, gracias por el hachita. Te la devuelvo pulida y con la brillantina del mango renovada.

lunes, enero 15, 2007

Be y los taxis (I): Yo para ser feliz quiero uno

Lo que quiero para moverme por Madrid es una Vespa. Aparte de eso: soy antimétrica aunque viajo mucho en este transporte público; me gusta bastante el autobús y lo elijo para mis desplazamientos siempre que es posible; lo que más me gusta son los taxis. Actualmente vivo en Malasaña (el Centro del Universo), así que mi necesidad de taxis ha descendido considerablemente.

Además soy mileurista y mi asesor me tiene fiscalizado el número de taxis semanales. Pero mis amigos me han tomado el pelo durante años diciendo que a los taxistas de Madrid los manteníamos entre Elvira Lindo y yo.

En fin. Que, para inaugurar esta nueva sección, os dejo tres pequeñas anécdotas que explican mi relación con el mundo del taxi:

1: Desde pequeñita he viajado sola, en tren (8 años), avión (5), metro (7) y taxi (5). Mi madre me enviaba a casa de mi abuela bajo la custodia del señor taxista, tomando la única precaución de apuntarse el número de la licencia. ¿Imprudencia? Quizá, pero nunca me pasó nada, y por el contrario mi amiga V. con 16 años tenía miedo de montar en un taxi sola. Le enseñé el truco de la licencia, y la curé de su psicosis.

2: En mi época de becaria en Radio Estar iba a 2 o tres ruedas de prensa, presentaciones y demás eventos al día, y me desplazaba en taxi de puerta a puerta a cuenta de la empresa -bendita sea-. Durante una temporada, que terminaba mi jornada laboral sobre las 2 de la mañana, la radio me pagaba el taxi a casa. Solía llevarme a casa un taxista conocido, ya que del Centro a Las Rozas (donde está la Casa-Padres) era un trayecto largo y 2 o 3 conductores hacían ronda por los alrededores de la emisora esperándonos a mí y mis 30 euros. Qué época tan feliz.

3: Pero no todo ha sido felicidad: uno de los más ridículos momentos sandía de mi vida está relacionado con el taxi. La Gran Vía de Madrid, 3 de la mañana -de las peores horas para encontrar taxi- y unos amigos entre los que estaba el chico con el que tonteaba por entonces me acompañan a buscar uno para irme a casa. Veo una luz verde venir por el carril contrario, levanto el brazo, el conductor me ve, enciende las lucecitas amarillas, aminora la marcha. Me vuelvo para despedirme de todo el mundo y, con un golpe de melena, doy otra media vuelta para dirigirme con paso grácil cual gacela hacia el coche blanco. Intento abrir la puerta trasera izquierda y no se abre. No importa, doy la vuelta al coche y lo intento con la derecha. Tampoco se abre. Me fijo. NO ES UN TAXI. Es un COCHE NORMAL, de una persona humana no taxista que me mira con pánico. Busco a mi alrededor. El taxi está 5 metros más arriba pero no por mucho tiempo: se larga a toda prisa, con miedo a que le vomite en la tapicería porque la única explicación lógica que se le ocurre es que me he bebido hasta el agua de los floreros (incierto).

Así de unidos estamos el colectivo del taxi y yo. No olviden supervitaminarse y mineralizarse, y ¡sigan quedándose a dormir! para nuevas entregas de Be y los Taxis. Feliz lunes.

miércoles, enero 10, 2007

Happily-ever-aftering

Igual no es el momento de escribir este post, porque estoy teniendo una mini-bronca vía msn, pero lo tengo pendiente desde hace un par de semanas, así que… Hagan clic aquí de forma que el enlace se abra en otra ventana, porque youtube ha desactivado la opción de embed, y sin la banda sonora adecuada no es lo mismo.

¿Saben cuando todo el mundo se quiere y se empeña en demostrarlo públicamente en los semáforos, en el asiento de al lado del metro, en la cola de la panadería? ¿Esos momentos en que el amor está en el aire, y da una rabia que no veas? Seguro que sí... y si no, lean a LaPerri.
¿Y saben también el extremo opuesto? Yo tampoco... hasta ahora. Porque vivo en la antítesis de eso. Voy por Malasaña cantando Camelot. Visualicen... una chica morena, con gafas de pasta, vestida de negro, dando saltitos y cantando:
It's true! It's true! The crown has made it clear.
The climate must be perfect all the year.
A law was made a distant moon ago here:
July and August cannot be too hot.
And there's a legal limit to the snow here
In Camelot.
Me subo al autobus y aparto la vista con discreción pero con una sonrisa cuando la pareja de delante se mete la lengua hasta la glotis (en lugar de hacer lo coherente, que sería cambiarme de sitio o vomitar). Pero es que los enamorados son tan monos... Además es inútil luchar: los hay por todos los autobuses de Madrid. ¡Hace frío y nadie quiere pasar el invierno solo!
The winter is forbidden till December
And exits March the second on the dot.
By order, summer lingers through September
In Camelot.
Me encanta cuando mis amiguitos recién emparejados me cuentan lo felices que son… ¡Ejemplo! P. tiene nuevo churri en el país esmeralda y ella me manda sms detallándome su vida sexual (bien por ellos, no van a pasar las horas muertas mirándose a los ojos). ¡Ejemplo! E. y su chico han pasado su primera Navidad juntos y aún se quieren (y encima a los dos les han encantado los regalos que les ha hecho el otro). ¡Ejemplo! I. vive embriagada de amor (y me da que M. -su chico- más aún). A los que no me lo cuentan motu propio les tiro de la lengua. No la parte de la vida sexual, claro, eso no. Pero me encanta enterarme de que se dan besos a escondidas. ¡Ejemplo! (Que nooooo...! Jijiji).
Camelot! Camelot!
I know it sounds a bit bizarre,
But in Camelot, Camelot
That's how conditions are.
Pero no todo son parejas nuevas, claro. El otro día fui a un karaoke con R. y D., ¡molan taaaaaaanto...! Los dos cantan muy bien y se hacen las segundas voces (y acomplejan a todos los demás). Llevan mil años juntos y a estas alturas les he pillado alguna vez escondidos en la terraza de mi casa dándose besitos. También me encantan C. y E., que me han hecho conservar la fe en el amor a lo largo de los años (la última vez que comí en su casa estaban peleados, pero ¿y qué? el amor no es siempre un mar en calma: sería un coñazo).
The rain may never fall till after sundown.
By eight, the morning fog must disappear.
In short, there's simply not
A more congenial spot
For happily-ever-aftering than here…
In Camelot.
Los corazones helados del mundo se meten conmigo porque fomento el uso del sofá de darse el lote que hay en mi salón cada vez que vienen parejitas a casa. ¡Pero es que es un sofá mágico...! Sólo hay que pillar bien la postura: no es que yo les dé instrucciones de cómo enrollarse, es que ya que lo hacen, que le saquen el mayor partido posible al sofá. ¿No?
Camelot! Camelot!
I know it gives a person pause,
But in Camelot, Camelot
Those are the legal laws.
Este año tengo 3 bodas, dos en Madrid y una en un precioso pueblecito del norte de Noruega (¡yeeha!), y me apetecen mucho las tres (vale, necesito tratamiento psicológico). Una de las que se casa es mi prima pequeña, que me ha pedido que lea en la iglesia: me muero de ganas y pienso poner voz de radio al más puro estilo Menchu del Valle.
The snow may never slush upon the hillside.
By nine p.m. the moonlight must appear.
In short, there's simply not
A more congenial spot
For happily-ever-aftering than here…
In Camelot.
¡Vivan las drogas naturales! Porque en realidad lo que pasa es que anda todo el mundo colocado. ¡Hasta me creo que estamos todos happily-ever-aftering (=felicesparasiempreando, cómo mola el inglés) y no solo flipando!

lunes, enero 08, 2007

No tan buena

· Ropa (un poncho negro con hebillas, una chaqueta blanca y negra retro total, una blusa de cuadros diagonales, unas botas negras, una bufanda de rayas, un pijama, unos calcetines para andar descalza, una camiseta de Green Lantern, un sari azul y plata).

· Cosas para la cocina (un exprimidor, una batidora “de jarra”, un juego de cuchillos de cocina, un set de cubiertos para 6, dos tazas con vacas dibujadas, una taza más pequeña con un cerdito).

· Un secador.

· Un antifaz para dormir.

· Una vela roja y morada.

· Una cartera de Hello Kitty.

· Un colgante de plata con una piedra verde.

· Libros.

· Comics.

· Un CD raro (según mi madre, “un clásico”).

· Dos patos (uno de ellos de peluche).

· Una rana.

· Un frasco de espuma de baño.

· Dibujos.

Mola.

Aunque yo lo que había pedido era esto:

vespa


¿Será que no he sido suficientemente buena?

Y ahora es cuando LaPerri dice:

¡¡¡SÁ-CA-TE EL CAR-NET!!!

¿Y vuestros Reyes qué tal?

(Gracias, Zarajota)

jueves, enero 04, 2007

Chan

Había leído sobre él, Gato le había dedicado un par de post. Por eso, una semana después de quedarme dormida en el sofá en mala postura y arrastrar una tortícolis que me hacía parecer Robocop, decidí probar con Chan.

Es un chino (o japonés, no ha quedado muy claro) pequeño, amable y sonriente. Me ha recibido en su consulta y cuando le he empezado a contar lo del cuello y la mala postura, ha dicho, con su sabiduría de chino:

- Cuello e lo de meno. Pasal que tenemos cuelpo inteliol y si acumula males, entonses sale pol otlas paltes. Ahola cuello, pelo lo que mal, es cuelpo inteliol.


Gracias a esta filosofía me he encontrado con que yo iba por un dolor en el cuello, pero que me ha masajeado por todas partes, desde los dedos de los pies hasta la parte superior de la cabeza.


Ahí estaba yo, tumbada sobre la camilla mientras Chan me manoseaba las orejas, cuando me ha dado la risa: que seré muy mal pensada, pero por un momento me ha dado por pensar, no sé, que a lo mejor en su país este pavo era vendedor de grifos y que aquí, amparado por lo idiotas y crédulos que somos a veces los occidentales con las filosofías y medicinas orientales, se ha hecho una nueva vida a base de toquetear a señoras mallorquinas sin pudor. Que no es lo mismo que un chino te digas que tienes un "cuelpo inteliol" a que te lo diga un señor de Albacete.


Las dudas se han disipado pronto, cuando:


1) Tocándome un punto del tobillo ha sabido, sin haberselo dicho yo, que me duelen a menudo las lumbares.


2) Al acabar me dice, como prueba: "tú gilal cabeza a lado: despasio, despasio, ¡LÁPIDO! has, has". Y lo he hecho, aunque con miedo... y no dolía.


He salido de la consulta de Chan con un cuello nuevo, sin apariencia ortopédica y haciendo el "despasio, despasio, ¡lápido!" porque aún no me lo creía. Eso sí, rezando para que mi cuelpo inteliol no se volviera a descolocar. Y he vuelto a pensar en que, jo, qué sabios son estos chinos.